La fractura es la pérdida de la continuidad ósea causada por un golpe, caída, contracciones musculares fuertes, tensión excesiva, tensión descoordinada por cambio de ritmo, desaceleración, trauma directo o enfermedades en los huesos como la osteoporosis en la que las mujeres menopáusicas y los ancianos son más propensos.
Las señales que pueden indicarnos que hubo una fractura son: Dolor en el área, edema, deformidad visible, inestabilidad y crepitación al palpar. Si se sospecha una fractura, se debe trasladar al paciente de inmediato a un centro médico para ser tratado de una correcta manera.